A todas mis amigas les gustan los niños, pero hay una en particular que es espontanea, creativa y les demuestra mucho afecto cuando trabaja en proyectos con ellos.
Un dia, conversando me compartía sus sentimientos con respecto a lo que sentía por esos niños y la pregunta obvia llegó, sobre sus propios hijos, los que a sus ya mas de treinta no los tenia.
– ” No puedo tener hijos” – dijo, con voz de resignación-.
-” Hemos hecho muchos tratamientos y nada; – Pero bueno!… no importa – “Hay que tener fe” – Quizas algun día, Dios querrá, que yo sea madre”! – díjo.
Ese dia ha llegado y todos estamos emocionados. Seguir leyendo