Hay personas y hechos instantaneos en nuestra vida, que pareciera que se confabularan para crear espacios de humor y darnos felicidad. 😉
Hace casi una decada conocí a Shayo Hong, la única mujer china que veia ahí en mi trabajo y siempre escuchaba toser. Era una mujer de mediana estatura y buena para sonreir.
Un dia la ví comiendo sola en nuestro tiempo de almuerzo y la invité a comer conmigo y mis compañeras híspanas. Desde ese dia nos hicimos sus amigas y, aunque la mayoría no hablabamos mucho inglés y ella tampoco, igual tratabamos de entenderla.
Un dia, Shayo Hong fue a China por un mes , y cuando volvió tratamos de preguntarle cómo le había ido, cómo estaba su familia y cómo era China.
Ahhh!! dijo- con una expresión de buena idea... -"¡¡Tumolou Piccha!!"-. Cómo no le entendiamos bien, para asegurarnos le pedimos a la que más sabía inglés, si podia traducirnos lo que Shayo quería decir...