La mayoria de nosotros no nos consideramos opulentos. Pero según las Naciones Unidas, si usted tiene una habitación sin piso de tierra pertenece al porcentaje más alto de las personas más prósperas del mundo. Si su habitación tiene una ventana, una puerta y más que un cuarto, usted pertenece al 20% de las personas más ricas del mundo. No importa donde viva, si puede leer, tiene un par de zapatos, un cambio de ropa interior y puede escoger entre dos comidas distintas para alimentarse diariamente, usted pertenece a la décima parte más rica del mundo.
Uno de los propósitos centrales por lo cual debemos aprender el buen uso de nuestros bienes, es para proveernos con los recursos necesarios para vivir y compartir lo que tenemos.
No pierda su tiempo y su energía adquiriendo más de las necesidades básicas de la vida. Solo necesitamos vivienda, comida, ropa y quizas transporte.
Con frecuencia todo el esfuerzo para adquirir cosas es al costo de perder algo más importante, tal como las relaciones amorosas con su familia. Cuando usa sabiamente su tiempo, energia y amor con su familia, los dividendos nunca se acaban; los hijos crecen, los padres envejecen.
Una generación pasa a la otra muy rápidamente. No hay tiempo para sacrificar a las personas quienes son de mayor importancia por cosas menos importantes.
Cada inversión que hacemos en una persona contiene el mejor significado de la vida. Cada decisión de amar es la riqueza más grande de la vida.
El dinero nos compra una casa pero no un hogar, medicina pero no la salud, la diversión pero no la felicidad. Usted no necesita más dinero para prosperar, necesita solamente soñar que lo que siempre a deseado, es lo que ya tiene.
La vida viene con fecha de caducidad, no sabemos cuando se nos termina. Una vida llena no tiene nada que ver con la riqueza del recibir y gastar sino se trata de dar y compartir. Puede gastar su dinero y su tiempo en cosas que se echarán a perder o invertirlo en las personas.
Dentro de 50 años no le va a importar que auto maneje o la casa en que vivió, no le va a importar el dinero que tuvo en el banco o la clase de ropa que usó. En los próximos 50 años su vida tendrá valor solamente, si se tomó el tiempo para ser una influencia positiva en la vida de un niño.
Marisol